Se había enamorado en contra de su propia voluntad.
Zulheina, el legendario reino del desierto, pertenecía a Tariq por derecho propio, y él era un hombre muy apegado a las cosas que le pertenecían. Por eso también tenía que intentar recuperar a la mujer que le había roto el corazón hacía años en Nueva Zelanda y, cuando llegara a tan lejanas tierras, tenía la intención de convertir a esa mujer en su esposa para siempre...
Pero Jasmine Coleridge no era tan fácil de dominar, más bien parecía que esa mezcla de inocencia y sensualidad conseguiría hacer que el altivo jeque se doblegara.
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